No, por mas que lo diga El Pais, no somos nuestro cerebro.
Si quieren hacer de nosotros ciudadanos cultos, sensibles, con empatía, madres y padres sensatamente imperfectos o adolescentes responsables, más valdría que nos educaran con buenas colecciones de historia, de música, filosofía, antropología, de biografías memorables o de buena psicología.
Ni la pasión ni el el amor está en nuestros corazones, ni la empatía en las neuronas espejo, ni la moralidad en la oxitocina.
Ya sé que es gratuito y osado hablar sin haberlos leído, pero es que estas colecciones de divulgación que relacionan cerebro y psicología (comportamiento, toma de decisiones, educación, vivir al fin y al cabo) visto lo visto, son para echarse a temblar.